miércoles, febrero 08, 2012

Vales 5 centavos*

Jacobo salío del trabajo más temprano de lo normal. Mientras iba manejando camino a casa pensaba: "Liliana ya debe estar ahí, ojalá se alegre porque siempre se queja de que mi jefe se aprovecha de mi y de que no comparto casi tiempo con ella ni con los niños". Llegó, parqueó su carro, entró y escuchó unos ruidos extraños. Recorrió con cautela la sala, el comedor, la cocina, el cuarto de lavandería y no encontró nada. A medida que iba subiendo la escaleras hacia el segundo piso los ruidos se hacían más y más fuertes. Se preocupó aún más porque en los últimos días se habían entrado los ladrones a varias casas de la cuadra, pero lo tranquilizaba que hoy los niños tenían clase de natación y volvían a eso de las 6pm.

Una vez arriba, recorrió todas las habitaciones, el estudio, revisó todos los clósets y nada. Sólo le faltaba el cuarto principal que era el único que estaba cerrado. Abrió la puerta y entendió el por qué de aquellos ruidos. Miro detalladamente la escena con la que se encontró, no pronunció palabra alguna, estaba estupefacto. Su reacción fue sencilla: sacó una moneda de 5 centavos de su bolsillo, la brilló con su camisa y se la mostró a Liliana y al hombre con el que estaba teniendo relaciones sexuales. Se aseguró de que la miraran fijamente, especialmente ella.

Después de ese día, Liliana y Jacobo no volvieron a hablar del tema. No hubo reproche alguno ni peleas. Sin embargo, todos los días que podían sentarse a desayunar, almorzar o cenar en familia, Jacobo ponía la moneda de 5 centavos sobre la mesa. Liliana la observaba y no sabía que pensar. Jacobo seguía comiendo como si nada, conversaba y se reía con sus hijos. Desesperada, Liliana le contó a su hermana Carolina lo que había pasado y la estrategia de Jacobo para recordarle todos los días de su vida lo que había hecho. Ella no le puso mucho cuidado.

Liliana empezó a sufrir de problemas de salud, todo parece indicar que la vergüenza la estaba carcomiendo por dentro. Sus ojos perdieron brillo, dejó de arreglarse, lloraba mucho y entró en una profunda depresión. Jacobo seguía firme con el ritual del centavo. Pasaron varios meses y un día de febrero, Carolina recibió una llamada: "Liliana amaneció muerta". Carolina inmediatamente decidió entablar una denuncia ante las autoridades, alegando que por culpa de Jacobo, Liliana había muerto de pena moral. Se iniciaron las investigaciones correspondientes, pero finalmente no se pudo problar que Liliana había muerto por la pena que le causo ver la moneda de 5 centavos todos los días. Se archivó la investigación.

*Historia basada en un caso real del cual conoció la Fiscalia General de la Nación hace muchos años.

sábado, noviembre 20, 2010

Una hora, una tortura.

Ella sale a las 6:00am de su casa para la universidad. Tiene clase a las 7:00am y más tarde un examen oral, por eso, debe irse muy elegante. Está perfectamente peinada, maquillada y huele muy rico. Guarda los tacones en el bolso y usa unas pequeñas baletas para no sentirse tan incómoda. Hace frío y cae una tenue llovizna, debe ponerse la capota de su abrigo para que no se le dañe el alisado del pelo durante la caminada de 7 cuadras a la estación de Transmilenio; se le quedó la sombrilla, como raro, en la maleta que usó el día anterior. Recuerda que su mamá le advirtió que están atracando mucho por el barrio, que tenga cuidado y sólo salga con lo necesario. Prefiere no usar su mp3 porque le duelen los oídos, además debe estar pendiente del sonido de los carros que cruzan las calles en contravía y no hacen los pares reglamentarios.

En el camino, tres obreros en bicicleta y dos celadores le echan piropos sucios; ella, como está de buen genio, no les pone cuidado, pero le encantaría poder vengarse de alguna forma. Llega a la estación de Transmilenio a las 6:10am y cae en cuenta que por no haber salido diez minutos antes, los buses ya van muy llenos. Sin embargo, sabe que va con el suficiente tiempo de anticipación para tomarse un té de naranja con canela antes de entrar a clase.

Son las 6:15am, pasa el primer bus: está repleto, sólo caben 3 personas. Mientras tanto, todo el mundo en la estación empieza a empujar. Siente que hay un hombre detrás que se le está acercando mucho. Ella trata de correrse, pero el tipo más se le acerca. Trata de no ponerle mucho cuidado.

Son las 6:20am. Pasa el segundo bus: está repleto, sólo caben 6 personas, debe seguir esperando. La montonera de gente la sigue empujando y el tipo de atrás se le pega más. Ella se voltea a mirarlo muy mal y él le responde con una mirada desafiante.

Son las 6:25am. Pasa el tercer bus: está repleto, pero ella finalmente logra embutirse. Le toca acomodarse como pueda en la puerta. Parte de bolso queda atascado en las puertas del bus, un pedazo afuera, un pedazo adentro. Piensa: "en la siguiente estación arreglo eso". Queda en "sánduche": a un lado, tiene un señor que tiene tufo; al otro, un viejito con tos; al otro, un estudiante cualquiera con mal aliento y al otro un señor de unos 50 años. Sobra decir que a varios les siente su "protuberancia".

Son las 6:30am. El bus llega a la siguiente estación y se nota la cara de desesperación de las personas que saben que no alcanzarán a llegar a tiempo a su lugares de trabajo o estudio, pero que igual deben embutirse. De repente, un hombre al entrar se agarra de ella abusivamente, por lo cual ella dice: "Señor, por favor no se agarre así de mí", él le responde: "pero señorita, todos tenemos que llegar y a veces toca recurrir a esto", y ella dice: "sí, pero me molesta, por favor quítese". El hombre finalmente se retira y decide no subir al bus.

Durante el recorrido hacia su universidad, que dura media hora (ya no alcanzó a tomarse el té), el señor de 50 años que va a su lado aprovecha para tocarle la cola disimuladamente, aprovechando que lleva un maletín en la mano que queda a la altura de su cola, el viejito tose encima de ella y el estudiante con mal aliento está respirando por la boca porque tiene gripa. Trata de llenarse de paciencia para iniciar con buenas energías el día, pero le queda muy complicado.

Son las 7:00am, debe correr para llegar a tiempo a clase que es en el quinto piso de un edificio que no tiene ascensor. En medio del afán, recuerda que antes debe entrar al baño a retocarse, porque para este entonces, apenas una hora después de salir de su casa, ella ya está despeinada, sudada, con el lápiz de ojos corrido y el genio dañado luego de los abusos a los que le tocó someterse.

Son las 7:10am, entra al salón perfectamente peinada, maquillada, con los tacones puestos y haciendo buena cara. El profesor mira el reloj, no sin antes mirar su cola.

Su día apenas empieza.

miércoles, septiembre 15, 2010

Colombia NO es pasión

Escribo este post decepcionada, indignada, frustrada y convencida de que es muy difícil que este país tenga arreglo (o si lo tiene creo que no alcanzaré a ser testigo de semejante evento). El escrito está desordenado, lleno de ideas al azar. Pero me justifico, es un desahogo.

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Estoy realmente asombrada por la pasividad de nosotros los colombianos. No controlamos, no participamos, no protestamos, sólo nos quejamos y le echamos la culpa de nuestros problemas al alcalde/presidente/gobernador de turno (aclaro que no me incluyo en este grupo de "pasivos", procuro en lo posible participar, debatir y refinar cada día más la técnica para pasar derechos de petición a la administración, algo hago).

No me siento orgullosa de ser de acá. Me da pena decir en otro país del mundo "soy colombiana" cuando el mismo Estado realiza ejecuciones extrajudiciales, chuza los teléfonos de sus propios funcionarios y adjudica licitaciones de manera corrupta. Un país donde la gente es capaz de agarrarse en un Transmilenio por una silla, donde las mujeres somos todos los días víctimas de acoso sexual en el transporte público, donde en un departamento la bienestarina se va para los marranos y no para los niños. La lista sigue.

¿Qué es esta mierda de país? ¿Qué sacamos con tener el lema "Colombia es Pasión"? ¿Con ser el país del vallenato, del sombrero vueltiao y del mayor número de especies de aves en el mundo? NADA, no sacamos NADA. Esque ni turismo como el de Perú tenemos (y eso que ellos son el país de la Tigresa, Delfín y Wendy - que oso - y su índice de desarrollo humano es de los más bajos de latinoamércia).

Sigamos rumbeando que pa' eso sí somos buenos. Sigamos creyéndonos "los super putas weon mariquis". Sigamos gastándonos la plata en reinados, fiestas, trago y cigarrillo (aclaro: el ocio y la diversión son importantes pero en sus justas proporciones, no los estoy estigmatizando). Sigamos viviendo en esta burbuja donde sólo importo YO.

Pero ala, dejemos esta inercia que nos tiene tan jodidos y maduremos socialmente. Seamos capaces de ejercer todos los derechos políticos que nos reconoce la Constitución. Seamos capaces de tumbar un presidente como sucede en Ecuador o como sucedió con el escándalo de Watergate con Nixon. Dejemos de llevarle chocolaticos a la secretaria para que nos haga un favor más rápido. Deslegitimemos la cultura de la corrupción y del chancuco desde nuestra cotidianidad.

Soy colombiana, me encanta el ajiaco y el bocadillo veleño, pero me duele mi patria y percibo desde mi limitada experiencia que los esfuerzos de gente buena (que hay por montones) no funcionan. Por algo tantos profesionales terminan en el exterior. Somos un pueblo lleno de gente buena y trabajadora y conozco casos exitosos que demuestran que sí es posible lograr cambios desde la sociedad civil. Sí se puede, es cuestión de unirnos y empezar a realizar acciones. Aplastemos ese Leviatán.

Todavía no pierdo las esperanzas.

LM

jueves, agosto 05, 2010

BoBerías y BarBaridades estudiantiles

Soy estudiante, voy a la universidad. Amo la academia, leer, escribir, hacer parciales (menos los orales con los que todavía tengo problemas de pánico), ir a la biblioteca etc... Soy feliz porque puedo hacer lo que más me gusta en la vida: estudiar. ¿Qué más puedo pedir? Sin embargo, no todo es color de rosa. Hay situaciones cotidianas y reiteradas de la vida universitaria que me molestan mucho y quisiera tener la autoridad o el carácter suficiente para controlarlas. Algunas de éstas son:

  • Cuando suena un celular en clase. Me parece una total falta de respeto tanto con el profesor como con el resto de estudiantes; produce distracción y se pierde la concentración. También, resulta ser muy molesto el ruido del teclado cuando se redactan mensajes o se chatea por BB Messenger.
  • Derivado del anterior punto, hay estudiantes que brillan no por su inteligencia o brutalidad, sino por desfilar al frente de todo el mundo sólo por salir a contestar el celular varias veces durante la clase. He visto viejas que lo hacen sólo para exhibirse, se les nota en el caminado y en la actitud. Soy consciente que en algunas ocasiones se presentan urgencias, pero ala, qué ganas de mantener pegados a ese “jediondo” aparatico.
  • Lo anterior también es aplicable para quienes sufren de problemas de incontinencia: entren al baño antes de clase o usen pañales Tena.
  • La copia en los parciales. Especialmente que me miren mi hoja. Ya he sapeado a varios descarados que se meten conmigo, lo siento, pero no me voy a arriesgar a meterme en un proceso disciplinario.
  • Los murmullos y risitas tanto en clase como en la biblioteca. Si quieren hablar y contarse los últimos chismes, para eso está OMA (en el caso de la URosario): allá pueden tomarse un cafecito y echar cigarrillo sin incomodar a nadie.
  • Los mamertos que citan a Marx sin haberlo leído y que tienen un discurso donde las palabras más usadas son: opresión, burguesía, asalariado, clase obrera etc…
  • Los estudiantes que retan al profesor porque creen que saben más. He visto que las mujeres reciben más ofensas en este sentido. Humildad por favor, humildad.
  • Los estudiantes excesivamente preguntones. Así como hay unos que tienen preguntas muy buenas, otros las hacen sólo por llamar la atención y si el profesor no los controla, la clase termina en temas totalmente impertinentes. Hay otros que hacen preguntas derivadas de su distracción por estar jodiendo en el laptop, con el celular o dibujando.
  • Los estudiantes que en semestres avanzados no utilizan lenguaje técnico. Hay que diferenciar la parte profesional de la personal hasta en la forma de hablar. En una clase de Derecho Individual del Trabajo escuché esto y lo pongo como ejemplo: “¿si ese man se fuma un porro mientras trabaja entonces lo pueden echar de la empresa?” --- En lenguaje técnico-jurídico esto se diría: “¿si el trabajador consume drogas durante la jornada laboral puede incurrir en una justa causa de terminación del contrato?”
  • Los grupitos que se ponen a conversar en la mitad de las escaleras más transitada en las horas pico, especialmente cuando son los cambios de clase. Deberían colocar un letrero que dijera: “no estorbar por favor, gracias”.

En fin la lista puede seguir. ¿Qué le agregarían?


LM


PD: El título del post es un juego de palabras a propósito del BB (BlackBerry). No me vayan a molestar por las mayúsculas y minúsculas intercaladas.

miércoles, agosto 04, 2010

Atentados idiomáticos

Escribo este post en la biblioteca de la Universidad, lugar que me proporciona la inspiración para el tema que voy a desarrollar a continuación (mamerta). Por sugerencia de @RodriSalazar, vamos a hacer #blogwar, es decir, que él va a a escribir sobre lo mismo y dejamos al criterio de los twitteros y twitteras la decisión sobre el mejor post. Lo más importante son los comentarios.

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Durante el curso de mi vida, me he destacado por tener excelentes habilidades comunicativas, especialmente para escribir. Siempre he tenido diario y ahora muchos de mis escritos, académicos o personales, los hago en el computador (si leen mi primer post, entenderán parte de esto). Pero, más allá de tener el talento para escribir, considero que es fundamental tener una excelente redacción y ortografía. Recuerdo que mi mamá se sentaba conmigo a ayudarme a hacer las tareas de Español sobre las palabras agudas, graves, esdrújulas, sobreesdrújulas, con hiato, sin hiato etc... Mi mejor amigo siempre ha sido el diccionario (http://www.rae.es está de primera entre mis páginas favoritas en Firefox) y ahora quiero comprar el libro Nueva Gramática de la Lengua Española. Mis carreras (Sociología y Derecho) me exigen mucha producción académica acompañada de altos estándares de calidad, por tanto, a diferencia de otras profesiones, mis escritos son la mejor carta de presentación que puedo tener.

Ahora bien, escribir bien (entiéndase escribir bien: buena redacción, construcción, semántica, ortografía, gramática, entre otros aspectos) debe ser una cualidad transversal a cualquier ámbito donde así se desarrolle: bien sea en el trabajo, en la universidad, en una carta, en un correo electrónico, en MSN messenger, Gtalk, Skype, Twitter, en un mensaje de texto por celular, al comentar en algún foro de internet... la cuenta sigue. Alguna vez escribí un tweet que decía algo así como: "#YoConfieso Que soy obsesiva con la buena ortografía, tanto así, que es una cualidad que me atrae mucho de los hombres". Y sí, es algo que me parece demasiado sexy; nada mejor que una conversación en messenger con el hombre en cuestión en la que cada una de las frases que escribe, el idioma sea usado de manera adecuada: puntos, comas, tildes, los signos de admiración e interrogación al principio y final de la frase... literalmente me derrito.

Dirán que mucha ñoña y obsesiva, pero nada peor que encontrar gente (mujeres y hombres) que escribe cosas como éstas en los medios 2.0:

- He recibido DM's en twitter que dicen: "hola, como estas a q t dedicas". Mi reacción inmediata es unfollow.
- Comentario de El Tiempo (copiado textualmente): "Haganle una prueba de geografia de colombia, de educacion basica, de matematica lelemental y veran que la rajan; esos los cocos duros que en lugar de cerebro tienen basura." ¿Cuántas tildes le faltan? ¿Cuántos errores de transcripción detectaron?
- La GeNtE qUe EsCrIbE aSi
- Las nuevas abreviaturas y formas de escribir algunas groserías:
mk, mrc = marica
wn, weon, weón = huevón
- Olvidar los signos de admiración e interrogación al principio y al final de las frases.
- Reemplazar la q por la k y las palabras que tienen la sílaba "se" o "ce" por sólo la c. Ejemplo: k hac --> Traducción: ¿Qué hace?.
- No c --> Traducción: no sé
- Usar mal las conjugaciones de los verbos: vistes, hicistes, ayudenmen.
- "zi, llo estoi d´ acuerdo kontigo, pero lla me hez difisil, acerlo, lo k paza ez k lla me acostumbre." Tomado de Yahoo Answers. Sin comentarios al respecto.

Esta lista es muy corta, hay millones de ejemplos que sé que muchos y muchas han visto por ahí.

Es cierto que la inmediatez de la información en los medios digitales hace que se tenga que escribir más rápido, pero esto no es justifiación para atentar contra el idioma de esa forma tan baja. Dirán que le estoy dando características humanas al Español: pues sí, así es. ¿Cómo puede ser posible que luego de tantos años de enseñanza primaria, secundaria y universitaria se llegue a escribir de esta manera? Mejor dicho, es platica se perdió. Quisiera conocer las razones que llevan a hacer esto, no sé si pueda ser pereza, ganas de llamar la atención, desconocimiento (lo dudo), el nuevo lenguaje inentendible de los adolescentes, no sé.

De los diarios y revistas virtuales ni hablar. He detectado que los errores más comunes son de digitación y de ortografía; aquí vuelvo a la tesis de la inmediatez de la información. Señores y señoras periodistas: ¿qué sacan con haberse gastado cinco años en una universidad para que publiquen artículos que parecen adefecios? A mi me daría pena. Aquí en Colombia parece no importarles y los lectores son muy pasivos y no critican constructivamente los posibles errores. Aclaro: es una generalización, sé que hay periodistas con excelente redacción y ortografía.

En la vida académica me encuentro con que los profesionales se conforman con el corrector de ortografía de Word, el cual no es suficiente y los errores en los escritos son tétricos. Sé que hay personas que nunca lo logran con la ortografía, pero hay formas de solucionarlo: hacer cursos, tener un diccionario al lado, comprar un manual de gramática o, si la pereza e indisposición no deja, decirle a algún amigo o amiga que se lo corrija. O, si tiene plata, contrate un corrector de estilo y problema solucionado. Hago la salvedad: hay profesionales que escriben bien, esto es una simple generalización basada en el sentido común y experiencias cotidianas.

Para terminar, reconozco ante ustedes, queridos lectores y queridas lectoras, que a veces olvido los signos de interrogación y/o admiración al principio de la frase, algunas tildes, tengo problemas de semántica, muchas redundancias y me emociono con las comas, pero no he caído (y nunca caeré) en cosas tan bajas como los ejemplos que cité anteriormente. Seguramente este escrito tiene errores; sin embargo, la experiencia me ha demostrado que nunca se acaba de corregir un texto. Pero siempre, siempre, en la medida de lo posible, recibo críticas constructivas y procuro utilizar de forma adecuada el idioma en todos los ámbitos de mi vida: bien sea hablando o escribiendo.

LM

Este es el link del blog de @RodriSalazar para que lean su post sobre el mismo tema

miércoles, julio 14, 2010

El clásico primer post de un blog

Desde hace un tiempo me rondaba por la cabeza la idea de abrir un blog otra vez (hace 4 años tuve uno pero lo abandoné, como muchos y muchas lo han hecho). Luego de pensarlo mucho, decidí hacerlo, luego de un largo receso en la escritura no-académica. No sé hasta dónde voy a llegar esta vez, ni qué tipo de escritos voy a publicar. No pretendo ser una celebridad 2.0 pero tampoco quiero pasar desapercibida.


A mis todavía ausentes lectoras y lectores: me expongo ante ustedes superando el terror de la hoja en blanco y reconociendo la aprensión que me produce recibir comentarios por mis escritos. Soy malísima recibiendo críticas, me demoro en procesarlas pero siempre termino aceptándolas o desestimándolas. Asumo ese riesgo.


Termino este post cliché con la siguiente frase que puede sonar un poco mamerta (además es de un escritor que produce amores y odios), pero describe parte de lo que escribir significa para mí:


“(…) un teclado – mucho más que un lápiz o un bolígrafo – es para mí la representación más fidedigna de la escritura. Esa manera de ir hundiendo sonidos, como en un piano, para convertir las ideas en letras y en palabras, me pareció desde el principio – y me sigue pareciendo – una de las magias más extraordinarias del mundo”. (Héctor Abad Faciolince, El olvido que seremos, p. 21)


LM